Subida de las pensiones en 2026: así quedarán las cuantías

Desde la reforma de 2021, las pensiones se actualizan automáticamente cada año en función de la inflación media (IPC) registrada entre diciembre y noviembre.

Este mecanismo garantiza que los jubilados no pierdan poder adquisitivo y que las prestaciones se ajusten al coste real de la vida.

El dato definitivo se conocerá el 12 de diciembre de 2025, cuando el INE publique la inflación de noviembre. A partir de entonces, se calculará el porcentaje final que se aplicará el 1 de enero de 2026.

• 28 de noviembre de 2025: primera estimación del IPC de diciembre, que sirve de referencia para prever la subida.
• 12 de diciembre de 2025: publicación del IPC definitivo de noviembre.
• 1 de enero de 2026: entrada en vigor de la nueva revalorización.
• Finales de enero de 2026: primer pago de las pensiones actualizadas (algunas entidades bancarias podrían adelantarlo).

De confirmarse el incremento del 2,6 %, las principales prestaciones quedarían de la siguiente manera:

Además, las pensiones no contributivas pasarían de 7.905 € a 8.111 € anuales, mientras que el Ingreso Mínimo Vital (IMV) también se actualizará según la inflación.

Las pensiones por incapacidad permanente también se beneficiarán de la revalorización prevista del 2,6 % en 2026, al igual que el resto de prestaciones contributivas.

Según los datos actuales, la cuantía media de la pensión por incapacidad permanente se sitúa en torno a 1.209 € mensuales, por lo que con la subida pasará a rondar los 1.239 € al mes. No obstante, el importe final varía en función del grado reconocido:

• Incapacidad permanente parcial: el trabajador recibe una indemnización, no una pensión mensual.
• Incapacidad permanente total: supone una prestación equivalente al 55 % de la base reguladora, que puede aumentar al 75 % si el beneficiario tiene más de 55 años y dificultades para reincorporarse al mercado laboral.
• Incapacidad permanente absoluta: da derecho al 100 % de la base reguladora.
• Gran invalidez: además del 100 % de la base reguladora, incluye un complemento adicional destinado a cubrir la asistencia de una tercera persona.

Como ocurre con las pensiones de jubilación, estas prestaciones se revalorizan automáticamente cada año según el Índice de Precios de Consumo (IPC).

El objetivo de esta actualización es garantizar el poder adquisitivo de las personas con discapacidad o limitaciones laborales graves, evitando que la inflación reduzca su capacidad económica.

Como en años anteriores, el Gobierno prevé aplicar incrementos superiores al IPC en ciertos casos:

• Pensiones mínimas y no contributivas, con el fin de acercarlas a los umbrales de pobreza europeos.
• Pensiones de viudedad con cargas familiares, que recibirán un refuerzo adicional.
• Complemento para reducir la brecha de género, que aumentará un 5 %, quedando en torno a 35,90 € mensuales.

Actualmente, una de cada cinco pensiones incluye un complemento a mínimos. Más de 2,1 millones de prestaciones lo perciben, con una media de 293 € al mes.

El próximo año también marcará un punto de inflexión en el sistema español:

• Sistema dual de cálculo: los nuevos jubilados podrán elegir la fórmula más favorable para determinar su base reguladora.
• Edad ordinaria de jubilación: se situará en 66 años y 10 meses para quienes no alcancen los 38 años y 3 meses cotizados, y en 65 años para quienes sí los cumplan.
• Refuerzo de la revalorización mínima: el objetivo es que en 2027 las pensiones más bajas alcancen los estándares europeos.

Estas medidas supondrán un mayor esfuerzo presupuestario, con un gasto adicional de más de 6.000 millones de euros.