Cuando una enfermedad, accidente o condición médica limita tu capacidad para desempeñar tu trabajo habitual, el primer paso no siempre es la baja o la incapacidad permanente. En muchos casos, la ley reconoce tu derecho a que tu puesto de trabajo sea adaptado a tus nuevas circunstancias. Pero ¿qué significa esto exactamente? ¿Quién lo decide? ¿Y qué puedes hacer si la empresa no lo acepta?
Desde Fidelitis te explicamos cómo funciona el derecho a la adaptación del puesto de trabajo por motivos de salud y cómo reclamarlo si lo necesitas.
¿QUÉ ES LA ADAPTACIÓN DEL PUESTO DE TRABAJO?
Se trata de modificar las condiciones o características del puesto de trabajo para que la persona pueda seguir desempeñando su actividad de forma segura, eficaz y compatible con su estado de salud. Puede implicar:
- Cambios en las funciones o tareas asignadas.
- Reducción o ajuste de la jornada laboral.
- Modificación del horario.
- Uso de medios técnicos o ayudas específicas.
- Traslado a un puesto compatible dentro de la empresa.
¿CUÁNDO PUEDE SOLICITARSE?
Puedes solicitar la adaptación del puesto cuando:
- Tienes limitaciones funcionales por motivos de salud (físicos, mentales o sensoriales).
- Estás de alta médica pero no puedes desempeñar tu trabajo habitual en las mismas condiciones.
- Has sufrido un accidente laboral o enfermedad profesional.
- Estás en proceso de recuperación tras una baja médica o has sido dado de alta con limitaciones.
¿ES UN DERECHO RECONOCIDO POR LEY?
Sí. El artículo 25 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales establece la obligación del empresario de adaptar el puesto de trabajo a las capacidades del trabajador en caso de que haya una disminución de sus condiciones físicas o psíquicas.
Además, el artículo 4 del Estatuto de los Trabajadores reconoce el derecho a una protección eficaz en materia de seguridad y salud.
También puede tener amparo bajo la normativa de igualdad y no discriminación por razón de discapacidad, en virtud de la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad.
¿QUÉ PASOS DEBO SEGUIR PARA SOLICITARLO?
- Solicita un informe médico (del especialista o del médico de cabecera) que justifique tus limitaciones y recomiende adaptaciones.
- Informa a la empresa por escrito, adjuntando la documentación médica y proponiendo las medidas razonables.
- Si la empresa no responde o rechaza la adaptación, puedes:
- Solicitar mediación o intervención del comité de seguridad y salud.
- Acudir a la Inspección de Trabajo.
- Iniciar una reclamación judicial, si es necesario.
¿QUÉ OCURRE SI LA EMPRESA NO ADAPTA EL PUESTO?
Negarse a adaptar el puesto puede constituir:
- Una infracción laboral.
- Una discriminación indirecta por razón de discapacidad.
- Un incumplimiento de su deber en materia de prevención de riesgos.
Además, si la negativa impide al trabajador continuar su actividad, podría considerarse una causa para solicitar una incapacidad permanente o incluso reclamar por despido improcedente.
¿QUÉ PAPEL JUEGA LA MUTUA O EL INSS?
Tanto las mutuas como el INSS pueden intervenir si detectan que una persona podría seguir trabajando con ciertas adaptaciones. En esos casos, pueden emitir altas médicas con recomendación de adaptación del puesto, pero es la empresa quien debe valorar su viabilidad.
¿QUÉ HACER SI NO PUEDO SEGUIR TRABAJANDO NI CON ADAPTACIONES?
Si tu estado de salud no permite continuar ni siquiera con cambios en el puesto, puedes iniciar un procedimiento para solicitar una incapacidad permanente.
En Fidelitis analizamos tu caso, valoramos las posibilidades de adaptación y, si es necesario, te ayudamos a reclamar la pensión que te corresponde.
En definitiva, la adaptación del puesto de trabajo por motivos de salud es un derecho del trabajador y una obligación de la empresa. Permite evitar bajas innecesarias, preservar el empleo y garantizar un entorno laboral digno y seguro.
Si te encuentras en esta situación y necesitas apoyo legal o médico para defender tus derechos, contacta con Fidelitis. Estamos aquí para ayudarte a proteger tu salud, tu empleo y tu futuro.
Revisado jurídicamente por Sofía Cabeza Fernández

Directora de Análisis de Viabilidad de Fidelitis.
Número de colegiada: 132309 ICAM