La epicondilitis lateral, conocida comúnmente como codo de tenista, es una lesión muy frecuente entre trabajadores que realizan movimientos repetitivos del brazo, muñeca o mano.
Aunque suele tratarse con fisioterapia y reposo, en casos graves puede impedir el desempeño laboral, siendo motivo de baja médica e incluso de incapacidad permanente si se cronifica.
En este artículo de Fidelitis te explicamos cuándo la epicondilitis puede justificar una baja laboral, cuánto suele durar y qué opciones existen si la lesión no mejora.
QUÉ ES LA EPICONDILITIS Y CÓMO AFECTA AL TRABAJO
La epicondilitis es una inflamación de los tendones del codo, concretamente de los músculos que permiten extender la muñeca y los dedos.
Provoca dolor, debilidad y dificultad para realizar movimientos de agarre o levantar objetos, sobre todo con el brazo extendido.
Síntomas más comunes:
- Dolor localizado en la parte externa del codo.
- Sensación de ardor o punzada al mover la muñeca.
- Pérdida de fuerza en la mano.
- Dolor que se extiende al antebrazo.
Aunque se asocia al deporte, la epicondilitis aparece con frecuencia en trabajos que implican movimientos repetitivos o esfuerzo manual continuado.
Profesiones más afectadas:
Algunos sectores laborales tienen un mayor riesgo de sufrir epicondilitis debido a la naturaleza de sus tareas:
- Trabajadores de la construcción o carpintería.
- Operarios de fábrica o cadenas de montaje.
- Personal de limpieza.
- Peluqueros, carniceros o camareros.
- Oficinistas o informáticos que usan mucho el ratón o el teclado.
En estos casos, la lesión puede impedir realizar las funciones básicas del puesto, justificando una baja por incapacidad temporal.
CUÁNDO SE PUEDE SOLICITAR LA BAJA LABORAL POR EPICONDILITIS
La baja médica está justificada cuando el dolor y la inflamación impiden trabajar con normalidad, especialmente en empleos manuales o que requieren fuerza y precisión con las manos.
Durante la baja, el trabajador debe seguir tratamiento médico y fisioterapéutico, incluyendo reposo, analgésicos o infiltraciones, y en algunos casos, cirugía.
Si la epicondilitis está relacionada con el trabajo (por movimientos repetitivos o esfuerzo excesivo), se considerará contingencia profesional y será gestionada por la mutua laboral.
En cambio, si el origen no es laboral, la baja será por contingencia común y estará a cargo del Servicio Público de Salud.
DURACIÓN DE LA BAJA LABORAL POR EPICONDILITIS
El tiempo de baja depende de la gravedad y de la respuesta al tratamiento, pero suele oscilar entre:
- 3 y 6 semanas en casos leves.
- 2 a 3 meses si hay afectación tendinosa importante.
- Hasta 6 meses o más si se requiere cirugía o fisioterapia prolongada.
La reincorporación debe ser progresiva, evitando sobrecargar el brazo afectado. Si el dolor persiste o la lesión se cronifica, el trabajador podría solicitar una incapacidad permanente.
¿PUEDE CAUSAR INCAPACIDAD PERMANENTE?
Sí. La epicondilitis crónica puede ser motivo de incapacidad permanente, especialmente si provoca una pérdida funcional significativa o dolor persistente que impide el desempeño del trabajo habitual.
Grados posibles:
- Incapacidad permanente parcial: si reduce el rendimiento laboral en más del 33 %, pero no impide trabajar.
- Incapacidad permanente total: si imposibilita realizar la profesión habitual (por ejemplo, un albañil, cocinero o peluquero).
- Incapacidad permanente absoluta: en casos excepcionales con afectación bilateral o secuelas graves.
El reconocimiento dependerá de los informes médicos, la historia laboral y la evaluación del tribunal médico del INSS.
CÓMO DEMOSTRAR EL ORIGEN LABORAL
Si la lesión se ha producido por las tareas del trabajo, es importante demostrar el origen profesional.
Para ello, conviene reunir:
- Informes médicos y de fisioterapia.
- Descripción del puesto y movimientos repetitivos.
- Evaluación de riesgos laborales.
- Partes de accidente o informes de la mutua.
Reconocer la epicondilitis como enfermedad profesional puede mejorar la protección económica, ya que la prestación pasa del 60–75 % del salario a ser del 75 % desde el primer día.
En resumen, sí, la epicondilitis puede ser causa de baja laboral, y en casos graves o crónicos, también de incapacidad permanente.
Es fundamental recibir atención médica adecuada y no reincorporarse antes de tiempo, ya que el sobreesfuerzo puede agravar la lesión.
En Fidelitis ayudamos a los trabajadores a defender su derecho a la baja o incapacidad cuando la epicondilitis limita su capacidad laboral, recopilando informes médicos y gestionando reclamaciones ante el INSS o la mutua.
¿Sufres epicondilitis y no puedes trabajar con normalidad? Nuestros abogados expertos en bajas médicas e incapacidad laboral te asesorarán sin compromiso.
Revisado jurídicamente por Lucian Eduard Bighiu
